Chakras para principiantes 1º
Chakras para principiantes parte 1ª
Capítulo 1: El cuerpo sutil
Si has dedicado una cantidad significativa de tiempo al cojín de meditación, probablemente has notado que diferentes emociones se registran en diferentes lugares del cuerpo. Enamorarse, por ejemplo, puede registrarse como una sensación expansiva, ligera y cálida en el pecho. Y un corazón roto es llamado así por el lugar donde lo sentimos, en nuestro corazón. Sentirse súbitamente conmovido por la emoción podría hacernos «atragantar», lo cual sentimos en la garganta. Una repentina decepción o una realización negativa se registra como un sentimiento de hundimiento en nuestras entrañas. De hecho, lo que distingue a las emociones de los pensamientos es que típicamente las sentimos como eventos energéticos en el cuerpo. Con un poco de introspección, podemos ver fácilmente que nuestra vida psicológica interna se mapea en puntos específicos del cuerpo, los chakras.
Los chakras se disponen verticalmente, desde la base de la columna vertebral hasta la coronilla de la cabeza. De abajo a arriba ellos son:
- Muladhara o chakra raíz en la base de la espina dorsal
- Svadishthana o chakra sacral, conectado con los testículos u ovarios
- Manipura o chakra del plexo solar
- Anahata o chakra del corazón, localizado no realmente en el corazón, sino cerca de él, en el centro del pecho.
- Vishuddha o chakra de la garganta
- Ajña, el llamado «tercer ojo», localizado detrás de la frente
- Sahasrara o chakra de la corona, localizado en la parte superior de la cabeza
Cada chakra está representado por una flor de loto con un cierto número de pétalos, que también se caracterizan por ser los rayos de una rueda (chakra). Estos son en realidad canales menores que se ramifican desde los chakras. Los chakras están conectados a diversas funciones físicas y niveles de desarrollo psicológico y espiritual humano, la mente, emociones y niveles superiores de comprensión. También están conectados con «sílabas semilla»,
o ciertos sonidos mántricos en Sánscrito, distintos colores, elementos y deidades. Juntos constituyen un mapa completo de la existencia humana, desde nuestras funciones más bajas hasta nuestro potencial más alto.
Los canales
Como mencioné antes, miles de canales o nadis (72 000, para ser exactos), que se asemejan a venas o nervios, cursan a través del cuerpo sutil. En cuanto a los siete chakras mayores, tres canales son los más importantes: el shushumna, el ida, y el pingala. El shushumna es el canal central, mientras que el ida y pingala están a la izquierda y derecha, respectivamente, aunque en realidad se entretejen dentro y fuera de los chakras como una hebra doble helicoidal de ADN, de modo que a veces el canal izquierdo ida está a la derecha, y el canal derecho pingala está a la izquierda. Los chakras son los siete lugares donde los tres canales se intersecan como ida y pingala entrecruzados en su curso sinuoso.
El ida es de color blanco. Está conectada con la energía de la luna, el principio femenino, una cualidad refrescante, y el río Ganges. En términos modernos, también está conectado con el hemisferio derecho del cerebro, que comúnmente se cree que es más intuitivo, que gobierna la mitad izquierda del cuerpo. Termina en el orificio nasal izquierdo.
El pingala, de color rojo, está conectada con la energía solar, el principio masculino, un efecto calorífico y el río Yamuna. Está conectado con el hemisferio izquierdo del cerebro, que es racional y está asociado con el pensamiento lineal, y que gobierna la mitad derecha del cuerpo. Termina en el orificio nasal derecho.
El shushumna corre directamente desde el chakra raíz hasta la corona, conectando los siete chakras. No tiene color ni atributos, sino que es completamente transparente, como espacio vacío. Es también el curso que la energía kundalini, que yace latente o «enrollada» como una serpiente en la base de la espina dorsal, emprenderá su viaje desde el chakra raíz hasta la corona cuando despierte, atravesando cada uno de los chakras intermedios a su vez. Pero para la mayoría de nosotros, permanece latente.
Normalmente, vamos y venimos de un lado a otro entre ida y pingala, usualmente con una hora en cada uno de ellos. Si comparas con tu propia experiencia, notarás que por lo general una de tus fosas nasales está más abierta que la otra, y esa es la fosa nasal principal a través de la cual respiras. Durante una hora, tu respiración fluirá principalmente a través de tu fosa nasal izquierda, luego la siguiente hora a través de tu derecha, y así sucesivamente. Pero también puede haber un desequilibrio entre los dos. Eso se registrará como un desequilibrio en los modos masculino y femenino de tu psique, o en los procesos de calentamiento y enfriamiento del cuerpo. Podría manifestarse como cualquier cosa, desde una enfermedad hasta un trastorno emocional.
El equilibrio se restablece a través de una serie de prácticas. Pero uno de los objetivos principales es despertar la energía latente del kundalini estimulándola a través de ejercicios diseñados para mover la energía de prana por ida y pingala de tal manera que el kundalini se eleve por el canal central. Si las energías entran en el canal central de la manera apropiada, puede llevar a una estabilidad meditativa sólida como una roca y a un despertar espiritual.
Tu mente se convertirá, como shushumna, en transparente, espaciosa y cristalina.
Así, en este sistema se emplean métodos como el yoga y el pranayama para inducir a las energías a entrar en el canal central, donde se elevarán desde el chakra raíz hasta el chakra de la corona, corrigiendo cualquier bloqueo o desequilibrio en los chakras a lo largo del camino. Ese es el objetivo principal de trabajar con los chakras.
El final de la práctica espiritual
Tal vez sea de ayuda en este punto decir algo sobre la meta espiritual final de todo esto. Desde el punto de vista de este sistema, la realidad última de todas las cosas es una conciencia infinita, perfecta e inmaculada. Tú podrías llamar a esta conciencia última Dios, o el Ser, o el Absoluto. Tal vez te sentirías más cómodo llamándolo el Tao, o incluso el Universo.
No nos quedemos colgados de la semántica aquí. De lo que estamos hablando es de un punto absoluto de conciencia o consciencia inmutable, un único punto inmóvil que es el manantial de toda experiencia diferenciada. No es dual, no sabe distinguir entre el objeto y el sujeto, eternidad y cambio, creador y creación. Así que no importa cómo lo llames. El punto es darse cuenta que Tú eres ese, eres en cierto sentido ya idéntico a tu estado primordial, tu verdadero ser más allá del ciego, limitado «yo» del ego.
Todas las cosas encuentran su unidad en el absoluto. Este mundo fenomenal de pluralidad y variedad que experimentamos con nuestros sentidos no es más que un derramamiento de juegos energéticos divinos. Nunca se separa la unidad máxima de la conciencia pura.
En el tantra, este ser último se llama Shiva. Shiva es el último punto inmóvil, perfecto e inmutable, la conciencia absoluta no tocada por las vicisitudes del mundo. La energía o el poder de Shiva surge como la danza sin fin del mundo fenomenal. Esta energía se llama Shakti, y ella es considerada como la esposa o consorte de Shiva. Pero en realidad, Shiva y Shakti, el punto quieto de la conciencia pura y el pulso y el dinamismo de la vida, son en última instancia uno.
Shiva no es un dios «ahí fuera», sino que es solo tu propia conciencia pura más allá del tiempo y el espacio. Asimismo, Shakti no es una diosa externa, sino la energía y el juego de tu propia experiencia. Como individuos, no estamos separados del absoluto, sino que son meramente sus variadas
expresiones, de la misma manera que las olas en la superficie del océano son una con ese mismo océano.
En términos del cuerpo sutil, Shakti es la energía kundalini que reside en el chakra raíz, mientras Shiva reside en el chakra de la corona. Cuando Shakti despierta, se levanta para encontrarse con Shiva en el chakra de la corona y los dos se convierten en uno. Eso significa que la ida y vuelta dualista de la energía que se mueve en los canales ida y pingala finaliza, y sus energías se unifican en el canal no dual shushumna.