Los cuerpos energéticos
Podemos distinguir varios cuerpos energéticos en el Ser Humano.
- Cuerpo físico
- Cuerpo emocional
- Cuerpo mental
- Cuerpo espiritual
- Cuerpo causal
El cuerpo etérico es una concepción presente en varias tradiciones espirituales y en la teosofía, que se refiere a un aspecto sutil o energético del cuerpo humano. Según estas creencias, el cuerpo etérico sería una especie de «doble» o «copia» del cuerpo físico, pero compuesto de una sustancia más sutil y menos densa.
Se cree que el cuerpo etérico está compuesto por una red de canales energéticos llamados meridianos, a través de los cuales fluye la energía vital o prana. Este flujo de energía vital es vital para el funcionamiento saludable del cuerpo y su equilibrio.
El cuerpo etérico se considera un aspecto intermedio entre el cuerpo físico y los aspectos más sutiles del ser, como el cuerpo astral o el cuerpo espiritual. Se cree que los desequilibrios o bloqueos en el cuerpo etérico pueden afectar la salud física, emocional y mental de una persona.
En diferentes tradiciones espirituales y prácticas de sanación, se trabajaría con el cuerpo etérico para restaurar el flujo adecuado de energía vital y promover la salud y el bienestar. Esto puede incluir técnicas como la acupuntura, la terapia de energía, la sanación con cristales y otras formas de trabajo energético.
En el ámbito de las prácticas espirituales y de sanación, el cuerpo etérico sigue siendo una creencia y una herramienta de trabajo importante para muchas personas.
El cuerpo emocional es un concepto utilizado en diversas tradiciones espirituales y enfoques de la salud holística para describir un aspecto de la experiencia humana relacionado con las emociones y los sentimientos.
Se considera que el cuerpo emocional es una dimensión sutil o energética que coexiste con el cuerpo físico. Según esta perspectiva, las emociones no solo se experimentan a nivel mental o psicológico, sino que también tienen una manifestación energética en el cuerpo emocional.
El cuerpo emocional se cree que está compuesto por una red de energía o campos sutiles que interactúan con los estados emocionales y afectan la salud y el bienestar general de una persona. Se cree que las emociones pueden tener un impacto tanto positivo como negativo en el cuerpo emocional, y que los desequilibrios o bloqueos en este nivel pueden manifestarse como enfermedades o malestares físicos.
Enfoques terapéuticos como la psicoterapia, la terapia de energía, la terapia de movimiento y la meditación pueden abordar el cuerpo emocional y trabajar para liberar bloqueos emocionales, equilibrar las emociones y promover la salud emocional y mental.
Sin embargo, en el contexto de la salud y el bienestar holísticos, el trabajo con el cuerpo emocional puede ser una herramienta valiosa para comprender y abordar las dimensiones emocionales de nuestra experiencia humana.
El cuerpo mental es un concepto utilizado en diferentes tradiciones espirituales y filosóficas para referirse a un aspecto de la experiencia humana relacionado con el pensamiento, la cognición y la mente.
Se considera que el cuerpo mental es una dimensión sutil o energética que está interconectada con el cuerpo físico y con otras dimensiones de la experiencia humana, como el cuerpo emocional y el cuerpo espiritual. Se cree que el cuerpo mental está compuesto por patrones de pensamiento, creencias, procesos cognitivos y estructuras mentales que influyen en nuestra percepción, comprensión y respuesta al mundo.
El cuerpo mental se relaciona con nuestra capacidad de razonamiento, análisis, memoria, imaginación y toma de decisiones. También se cree que los desequilibrios o bloqueos en el cuerpo mental pueden manifestarse como patrones de pensamiento limitantes, creencias negativas, rumiación mental excesiva o dificultades en la concentración y el enfoque.
La atención plena, la meditación, las prácticas de visualización y otras técnicas de desarrollo personal pueden ayudar a trabajar con el cuerpo mental, fomentando una mayor claridad, equilibrio y sabiduría en nuestros procesos mentales.
Es importante destacar que el cuerpo mental es un concepto que se utiliza en un sentido metafórico y subjetivo, y no se corresponde directamente con la estructura y funcionamiento del cerebro en el ámbito de la ciencia convencional. Sin embargo, en el ámbito espiritual y de desarrollo personal, el trabajo con el cuerpo mental puede ser una herramienta valiosa para cultivar una mente más consciente, flexible y saludable.
El cuerpo espiritual es un concepto utilizado en diversas tradiciones espirituales y filosóficas para describir un aspecto más elevado y trascendental de la existencia humana. Se considera que el cuerpo espiritual es la dimensión más profunda y esencial de nuestra identidad, que va más allá de nuestro cuerpo físico, emocional y mental.
El cuerpo espiritual se cree que está compuesto por una energía o sustancia sutil que trasciende los límites del tiempo y el espacio. Se considera como la parte de nosotros que está conectada con una realidad superior, con la conciencia universal o con lo divino, dependiendo de las creencias de cada persona.
El cuerpo espiritual se asocia con aspectos como la conciencia, la intuición, la conexión con lo sagrado, el propósito de vida y la trascendencia de la existencia terrenal. Se considera que es el centro de nuestra verdadera naturaleza y de nuestra conexión con el todo.
El trabajo espiritual, la meditación, la oración, la contemplación y otras prácticas espirituales se enfocan en cultivar la conexión y la conciencia del cuerpo espiritual. A través de estas prácticas, se busca desarrollar una mayor conexión con nuestro ser espiritual, acceder a una sabiduría más profunda, encontrar un mayor sentido de propósito y experimentar una mayor plenitud y trascendencia en la vida.
Sin embargo, para muchas personas, el trabajo con el cuerpo espiritual es una parte significativa de su camino de crecimiento personal y espiritual.
El cuerpo causal es un concepto utilizado en filosofía y espiritualidad para describir una dimensión más elevada y profunda de la existencia humana. Se considera que el cuerpo causal es la capa más sutil y trascendental de la conciencia individual.
El cuerpo causal se relaciona con el alma o el ser espiritual y se considera el depósito de la sabiduría acumulada a lo largo de múltiples vidas o existencias. Se cree que el cuerpo causal es el vehículo a través del cual el alma se conecta con la fuente divina o cósmica.
En el cuerpo causal se almacenan las lecciones aprendidas, los propósitos de vida, los patrones kármicos y las potencialidades para el crecimiento espiritual. Se considera que es la parte más duradera y eterna de nuestra identidad, trascendiendo las limitaciones del tiempo y del cuerpo físico.
A través de prácticas espirituales y de crecimiento personal, se busca purificar y fortalecer el cuerpo causal, liberando patrones kármicos negativos, integrando lecciones aprendidas y expandiendo la conciencia espiritual.
Para aquellos que siguen una senda espiritual, el trabajo con el cuerpo causal puede ser una forma de profundizar en su conexión con la sabiduría y el propósito de su ser más elevado.
Es importante tener en cuenta que el concepto del cuerpo etérico, emocional y espiritual es de naturaleza subjetiva y no se basa en la evidencia científica convencional.
¿Qué son los Chakras?
La palabra Chakra como tal simplemente significa rueda. El cuerpo está formado por numerosas de estas ruedas, pero las más importantes son las siete que recorren la parte central de nuestro cuerpo. Estas ruedas no están situadas en el plano físico, sino que se encuentran en el plano astral o espiritual, pero seis de ellas están en estrechísima relación con varias partes de nuestro cuerpo de manera que se suelen poner en correspondencia con ellas, como ya iremos viendo en cada uno de los chakras.
Todo en el universo está formado de energía y nuestro cuerpo no podría ser menos. Hay energía más densa, que es el material; y energía menos densa que podría ser la astral o espiritual. En el caso del ser humano estas energías están en completa relación y no pueden desligarse hasta la muerte.
Los chakras, por tanto, son pequeñas puertas que ayudan a poner en contacto unas energías con otras. Debemos imaginárnoslos como una especie de antenas emisoras y receptoras de información. El problema comienza, entonces, cuando una o varias de esas antenas están estropeadas o reciben-emiten distorsionado.
Es entonces cuando deben ser arreglados. Realmente, más importante que los chakras estén todos a la perfección, o como se suele decir, totalmente abiertos; es que no estén desnivelados los unos con los otros, quiere esto decir que haya chakras más abiertos que otros o que ni siquiera estén nivelados correctamente.
Así que aquí te aportaremos también diversos y sencillos métodos o prácticas para que mantengas siempre limpios y preparados tus queridos y valiosos chakras.
Cuerpos sutiles, centros motores y capas del sistema energético
Por David
Siguiendo con la misma línea de aunar conceptos y nomenclaturas, que empecé con el artículo de los átomos simiente, el espíritu, la llama trina, etc., creo que es buena idea intentar hacer algo parecido con los diferentes nombres y funciones de partes del sistema energético que poseemos según son explicados por diferentes enseñanzas, escuelas o libros. Me refiero especialmente al tema de cuerpos sutiles, sus correspondientes centros energéticos y sus funciones principales.
Inicialmente, lo que todos sabemos es que el ser humano está compuesto por 7 cuerpos sutiles, “perceptibles” más o menos a una visión entrenada o desarrollada extrasensorialmente, que están relacionados con los siete chakras primarios, y con los centros de control del cerebro, y que se ocupan de diferentes aspectos y “tareas” de la gestión del cuerpo. Su correspondencia la podéis ver resumidamente en el esquema siguiente:
Centros de control
Estos diferentes cuerpos, así como los vórtices energéticos o chakras que poseemos están a su vez relacionados con los llamados centros de control del cerebro, desde donde se gestiona la “maquina orgánica” que es nuestro cuerpo físico. Los centros de control principales son el centro instintivo (situado en la parte inferior de la espina dorsal), el centro emocional (en el plexo solar y en los centros específicos nerviosos del gran simpático), el centro mental (en el cerebro), el centro espiritual y el centro motor (ubicado en la parte superior de la espina dorsal). Los centros emocionales, intelectual y espiritual se dividen en dos, teniendo todos uno inferior y otro superior. El centro instintivo se ocupa del funcionamiento interno del cuerpo, y permite que nuestra máquina funcione de forma automática, sin tener que hacer nada para respirar o para que circule la sangre. El centro motor hace lo mismo, lleva a cabo de forma automática las funciones motrices del cuerpo, para poder andar sin preocuparnos de mover los músculos o para poder hacer acciones repetitivas y mecánicas sin pensar que pasos tenemos que ejecutar en cada instante (por ejemplo, conducir). Gracias a estos dos centros primarios, prácticamente todo lo que nos mantiene vivos se hace sin que nosotros nos demos cuenta. Por otro lado, el centro emocional, evidentemente, es el encargado de gestionar las emociones y sentimientos, procesar los estímulos y reaccionar a ellos cuando es necesario. El centro intelectual es el que razona, piensa, gestiona la memoria, ordena la información, toma decisiones al respecto, etc. Finalmente, el centro espiritual es el responsable de la evolución consciente de la persona, de su conciencia, dentro del cuerpo físico usado.
Relación cuerpos sutiles, chakras y centros de control
Así, con esta pequeña introducción, veamos ahora los diferentes cuerpos sutiles que poseemos y a que funciones corresponden cada uno:
Primer cuerpo: El cuerpo físico + cuerpo etérico, que suelen considerarse juntos, siendo el cuerpo etérico lo que mantiene unido la estructura química y orgánica del cuerpo físico, ya que es la plantilla o molde del mismo. Está relacionado con el primer chakra, y con el centro instintivo del cerebro.
Segundo cuerpo: El cuerpo emocional, lleva todas nuestras emociones y sentimientos, pero especialmente los más bajos, los deseos y pasiones. Está relacionado con el segundo chakra, y con el centro emocional del cerebro.
Tercer cuerpo: El cuerpo mental. Portador de todos los pensamientos, ideas, sistemas de creencias, patrones de conducta, memorias, etc. Está relacionado con el centro intelectual inferior y con el tercer chakra.
Cuarto cuerpo: El cuerpo espiritual. También se le llama el cuerpo causal, y, en algunos libros, se le llama a este cuarto cuerpo el cuerpo astral o el cuerpo búdico. Está relacionado con el chakra del corazón y con el centro espiritual, es decir, con la consciencia de la persona y su nivel de desarrollo. Es este chakra, centro y cuerpo el que actualmente nos permite o importa más en el paso de nivel evolutivo, de densidad, que estamos viviendo.
Quinto cuerpo: También llamado cuerpo átmico, plantilla etérica o transetérica. Relacionado con el centro motor o automático y con el quinto chakra.
Y hasta aquí la parte relacionada con los centros primarios. Ahora vemos el resto. Los que conocéis las enseñanzas de El Cuarto Camino os sonara lo que nos dicen lo siguiente sobre los centros superiores:
“Para comprender el trabajo de la máquina humana y sus posibilidades, hay que saber que aparte de los tres centros intelectual, emocional y motor y de las partes que están relacionadas con ellos, tenemos otros dos centros, plenamente desarrollados y que funcionan perfectamente, pero no tienen vínculo con nuestra vida ordinaria ni con los centros a través de los cuales tenemos conocimiento de nosotros mismos. Estos otros dos son el centro emocional superior y el centro intelectual superior. Estos centros están en nosotros; trabajan todo el tiempo, pero su trabajo nunca llega a nuestra conciencia ordinaria. La razón debe buscarse en las propiedades especiales de nuestra pretendida «conciencia lúcida».
La presencia de estos centros superiores en nosotros es análoga a la de los tesoros escondidos que han buscado desde los tiempos más remotos los hombres que persiguen lo misterioso y lo milagroso; pero es un enigma mucho más grande. Todas las enseñanzas místicas y ocultas reconocen en el hombre la existencia de fuerzas y capacidades superiores — aunque en muchos casos, sólo en forma de posibilidades — y hablan de la necesidad de desarrollar las fuerzas escondidas en el hombre.
Así, empezamos a hablar de cuerpos y centros superiores a partir del sexto cuerpo:
Sexto cuerpo: El cuerpo emocional superior. También llamado cuerpo celestial. Relacionado con el sexto chakra y el centro emocional superior.
Séptimo cuerpo: El cuerpo samadhico o ádico. También llamado la plantilla cetérica. Relacionado con el séptimo chakra, y con el centro espiritual superior.
Finalmente, luego existen otros cuerpos, que corresponden al octavo chakra y al centro intelectual superior, y al noveno chakra, y centro de consciencia universal, ambos situados por encima de la cabeza, que, aunque potencialmente presentes, pocas personas los poseen activados, en pleno uso y desarrollados correctamente. Principalmente el centro intelectual superior no parece tener en la literatura conocida un nombre para concreto para este cuerpo o capa energética final, la más sutil de todas, por estar fuera de los límites de nuestra realidad evolutiva actualmente. El nombre más usado que yo conozco es el de plantilla o cuerpo luminal.
Tipos y niveles de conciencia en la humanidad actual
Normalmente, la mayoría de seres humanos presentamos los tres primeros cuerpos en mayor o menor medida desarrollados, dando lugar a personas mucho más “instintivas”, si su cuerpo #1 y su centro instintivo son los que rigen sus vidas, a personas más emocionales, si su cuerpo #2 y su segundo chakra son los más activos y personas mucho más mentales, si quien rige su existencia es su cuerpo #3.
Muchas menos son las personas que poseen un cuarto, quinto, sexto o séptimo cuerpo suficientemente desarrollados como para que sean los que “tomen las riendas” de la vida de una persona. Esto, para los que habéis leído o estudiado a Gurdjieff, os sonará mucho a lo que el denominaba los “7 hombres”, es decir, los diferentes tipos de personas en las que podemos dividir a la humanidad según qué grado de conciencia, nivel evolutivo y desarrollo tenemos. Decía Gurdjieff, que todos nacemos como hombres #1, hombres #2 u hombres #3, y que, con el arduo y sacrificado trabajo en uno mismo, te podías convertir en un hombre #4, es decir, que fuera tu centro espiritual y tu cuerpo astral el “gestor” de tu vida. Puesto que cada cuerpo obedece a las órdenes del cuerpo inmediatamente superior, una persona #1 no tiene desarrollada suficientemente la parte emocional ni mental como para sentir o razonar correctamente las cosas, de forma que actúa solo por instinto. Cuando alguien mantiene su instintos bajo control según dicten su sentir y sus emociones, entonces se convierte en un hombre #2, que no razona en general mucho las cosas, sino que actúa por una combinación de sensación e instinto. Consecuentemente, un hombre #3 ha desarrollado el poder de su intelecto para ser capaz de razonar y gestionar mentalmente sus instintos y sus sentimientos. Así, a medida que subes en esta visión de la conciencia evolutiva, el hombre #4 es aquel que ha llegado a desarrollar tanto su centro espiritual y su cuarto cuerpo que es este el que tiene control sobre instintos, emociones y razonamientos mentales. Y está en equilibrio en todos ellos.
Ya no sigo con los hombres #5, #6 y #7 porque en este planeta son muy pocos los que tienen este tipo de nivel evolutivo, en estos momentos, así que lo dejaremos aquí para no alargarnos más.
Y para resumir, visto en forma de tabla, las correspondencias son estas:
# | Centro de control | Denominaciones del cuerpo sutil |
1 | Instintivo | Cuerpo físico / etérico |
2 | Emocional inferior | Emocional |
3 | Mental inferior | Mental, Devachánico |
4 | Espiritual inferior | Espiritual, Causal, Astral, Búdico |
5 | Motor | Átmico, Transetérico |
6 | Emocional superior | Celestial |
7 | Espiritual superior | Samádico, Ádico, Cetérico |
8 | Intelectual superior | Luminal |
Con esto espero que veáis un poco la relación entre todos estos componentes del ser humano, en varios niveles y funciones, pero todas relacionadas, como siempre, y como no, entre si.