Sanación pránica 4º
Sanación pránica 4º
Curso 4
Energización corporal
La energía humana puede estar baja, desajustada o desequilibrada por varias causas, y esto se traduce en síntomas tales como debilidad, depresión del sistema inmunológico, dolores de cabeza, insomnio, estrés, desarreglos del sistema digestivo, problemas circulatorios, ansiedad, depresión, dolores físicos y un largo etcétera de síntomas que la medicina a veces no sabe cómo curar.
Lo que mucha gente desconoce es lo fácil que resulta equilibrar la circulación energética con algunos ejercicios simples y efectivos, que todos podemos realizar, con independencia del estado de salud; es suficiente emplear menos de media hora diaria para beneficiarse de ello. Por eso les propongo el ejercicio siguiente:
Este ejercicio, se utiliza para reactivar la energía del cuerpo, por medio de la conciencia activa. Consiste en enfocar progresivamente nuestra conciencia en las distintas partes del cuerpo, para activar el potencial eléctrico que poseen todas las células vivas de todo el organismo, de forma parecida a como hace la terapia por campos magnéticos.
En lugar de emplear una fuente exterior de energía, emplearemos nuestra propia conciencia, la cual tiene el poder de reactivar las partes del cuerpo a las que se dirige. Muchos de nosotros estamos acostumbrados a ver el cuerpo de una forma puramente material y esto induce a pensar que solo por medio de fármacos, vitaminas, alimentos, drogas, ondas electromagnéticas, etc. es posible actuar sobre el mismo…y este enfoque, si bien es correcto es incompleto, porqué pasa por alto una serie de realidades que tienen un peso específico incluso mayor que la realidad material.
El factor que normalmente omitimos es el poder de nuestra conciencia, que por si sola puede hacernos enfermar y a la vez puede hacernos sanar; el mal de amor, hacerse mala sangre, tener un nudo en el estómago, perder el sueño etc. Todas estas expresiones indican algo que todos sabemos, es decir que los disgustos, penas, nerviosismo pueden llegar a enfermarnos o incluso matarnos.
Por eso podemos emplear nuestra conciencia de una forma activa, independientemente del lugar, estado de ánimo o otras circunstancias externas. Solo es necesario emplearse un poco, y dedicar un poco de tiempo a nuestro bienestar.
Lea atentamente todas las explicaciones y pase a realizar el ejercicio, solo después de haber leído todo. El orden a seguir en el curso del ejercicio, está al final de las explicaciones.
REALIZACIÓN
Sentarse en una silla con respaldo, de manera de tener la espalda bien recta, los pies en el suelo, las palmas de las manos vueltas hacia arriba y apoyadas sobre los muslos; es importante tener el cuerpo relajado y cómodo, y si esta posición se hace incomoda se puede realizar el ejercicio tumbado boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo, sin cruzar las piernas.
Una vez colocados en la posición adecuada, empezamos a sentir el pie izquierdo, como está, por fuera, por dentro, sentimos la circulación sanguínea, tal vez un latir, tal vez un hormigueo; lo recorremos mentalmente desde los dedos hasta el tobillo, sin ningún animo de análisis o critica, solamente pensamos en el pie izquierdo, el resto del cuerpo en este momento no existe, solo existe nuestro pie izquierdo. Dedicamos uno o dos minutos al pie izquierdo, con todo el amor del cual somos capaces, es nuestro pie, lo apreciamos tal como es, lo sentimos tal como es, casi podríamos decir que todo nuestro ser, en este momento, está en el pie izquierdo…..Si aparecen pensamientos de cualquier índole, una vez que nos damos cuenta, los apartamos amablemente y seguimos dirigiendo nuestra atención al pie izquierdo
Pasamos a continuación al pie derecho y repetimos el proceso, exactamente de la misma forma como hemos hecho por el pie izquierdo, luego la pierna izquierda y así sucesivamente recorriendo todo el cuerpo.
Este ejercicio puede durar entre 15 y 30 minutos; es normal y positivo sentir un hormigueo en las partes que estamos trabajando en ese momento, debido al aumento de energía que se está produciendo. La zona del cuerpo que trabajamos debe permanecer relajada, puesto que no necesitamos activar la parte física, solo necesitamos revitalizar la circulación energética.
Si no estamos cómodos en la posición elegida al principio, podemos cambiar hacia otra alternativa, incluso durante el ejercicio; la siguiente vez que realizaremos el ejercicio nos colocaremos en la posición mejor para nosotros y la mantendremos durante todo el tiempo.
La mayor dificultad que suele presentarse en este ejercicio es mantener la atención y la conciencia fijos, sin que otros pensamientos nos distraigan. No importa si aparecen distracciones, ni cuantas veces; lo que cuenta es que cada vez reconduzcamos nuestra conciencia al objetivo inicial.
Finalmente recordar que puede ser necesario un cierto tiempo, almeno una semana para familiarizarse y realizar correctamente este ejercicio y quizás algo más para experimentar beneficios sobre el sistema nervioso
ORDEN: pie izquierdo, pie derecho, pierna izquierda, pierna derecha, muslo izquierdo, muslo derecho, pelvis, abdomen, tórax, mano izquierda, mano derecha, antebrazo izquierdo, antebrazo derecho, brazo izquierdo, brazo derecho, hombro izquierdo, hombro derecho, cuello y por último la cabeza.
La respiración por los chakras
Tal vez ya hayas tenido conciencia alguna vez de que a través de la respiración estás unido a todo cuanto te rodea. En último término, todos los hombres, animales y plantas respiramos el mismo aire, y tú inspiras lo que ellos han espirado, y viceversa.
Pero la respiración no sólo nos une con todo hacia el exterior; también hacia el interior establece un contacto y un intercambio constantes. Nuestra respiración penetra hasta la más minúscula célula, aportando fuerza vital a nuestro cuerpo. Mediante la respiración nos unimos con la fuerza vital y energética que todo lo penetra.
En las culturas orientales, la respiración siempre ha sido algo más que un mero impulso físico, y ha enseñado que la forma en querespira el hombre sea fundamentalmente la misma, la conciencia que acompaña a la inspiración de dicho aire es un factor decisivo. La respiración consciente y realizada de forma concreta aumenta a todas luces el efecto curativo y armonizador de la energía vital contenida en el aire que respiramos; podríamos decir, incluso, que mediante la conciencia exploramos y podemos hacer aprovechables determinadas frecuencias energéticas del aire que res-
piramos.
Si dirigimos nuestra conciencia a nuestra respiración, podemos provocar un efecto enormemente positivo. Asimismo, la influencia sobre los chakras a través de la respiración cuenta con una tradición muy dilatada, por lo cual es comprensible que también en este campo se hayan desarrollado multitud de técnicas especiales.
Casi todas las personas que han realizado una vez este sencillo ejercicio se sienten después llenos de energía y, al mismo tiempo, armonizados y equilibrados.
Es realmente maravilloso todo lo que puede aportar este sencillo ejercicio. Aquí alcanzamos, efectivamente, una fuente de alegría, de paz, de fuerza y de amor. Ésta es una terapia muy efectiva, sobre todo para las personas con depresiones o que se sienten faltos de energía y vacíos. Con la respiración por los chakras recargamos nuestro sistema energético con fuerzas ordenadas.
Realización
Para realizar la respiración por los chakras, debemos sentarnos en una posición cómoda, con la espalda recta, o tumbarnos horizontalmente de espaldas. Al cabo de unos instantes de silencio inspiramos y espiramos pausada y regularmente, preferentemente por la nariz.
Al mismo tiempo nos imaginamos que, al inspirar y espirar, el aire pasa por nuestros chakras y vuelve a salir pasando por ellos.
Comenzamos con el chakra radical (1º): nos concentramos en este chakra y mentalmente inspiramos y espiramos suavemente y sin prisas a través de él. Dejamos que la energía vivificadora fluya plácidamente a nuestro interior, y que después fluya al exterior con la misma placidez. Este ejercicio dura aproximadamente entre 3 y 5 minutos, y después pasamos al siguiente centro, al chakra sacro (2º), respirando de igual forma. Proseguimos así con la respiración por los chakras, dejando transcurrir entre 3 y 5 minutos en cada chakra hasta que alcancemos el centro de la coronilla. Lo importante es que nuestra conciencia permanezca siempre en el lugar adecuado: es decir, siempre en el chakra para el que respiramos.
LA ROTACION DE LOS CHAKRAS
Algunos piensan que un chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, mientras otros piensan que lo hace en el mismo sentido que las agujas. Ambos están en parte en lo cierto, y en parte equivocados. Un chakra está girando rápida y alternadamente en el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario.
El movimiento dextrogiro introduce energía pránica en un chakra. El movimiento
levogiro expulsa energía pránica del chakra.
El movimiento en el sentido de las agujas del reloj (dextrogiro), por parte del chakra, está absorbiendo, mientras que el movimiento contrario (levógiro), por parte del chakra, está proyectando o expulsando. Cuando un sanador introduce energía pránica por medio de un chakra, este está predominantemente girando en el sentido de las agujas del reloj, y lo hace en menor grado cuando gira en sentido contrario.
En condiciones normales, un chakra está girando en iguales proporciones en el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario. Por ello, la cantidad de energía pránica que entra y sale es casi la misma.
Cuando se energiza, el chakra de la mano está girando predominantemente en sentido contrario a las agujas del reloj, y lo hace en menor grado en el sentido habitual (absorbiendo). Por esta razón, la mano que energiza también absorbe la energía enferma y hay que sacudirla regularmente para arrojar la energía enferma.
Es mejor limpiar antes de energizar, no sólo para reducir la posibilidad de una reacción radical, sino también para minimizar la cantidad de energía enferma que el sanador absorberá cuando energice.
En condiciones normales, un chakra absorbe y proyecta alternada y rápidamente energía pránica. La cantidad de energía pránica absorbida y proyectada es más o menos igual. El chakra gira, alternada y rápidamente, en el sentido de las agujas del reloj en ciento ochenta grados, y en sentido contrario en ciento ochenta grados. Cuando el chakra de la mano predominantemente proyecta, el movimiento en sentido contrario al de las agujas del reloj es de trescientos sesenta grados, y el del sentido de las agujas del reloj es de solamente ciento ochenta grados. Cuando el chakra de la mano gira en sentido contrario al de las agujas del reloj, proyecta energía pránica y se detiene durante una fracción de segundo, luego gira en el sentido de las agujas del reloj y absorbe energía pránica y se detiene durante una fracción de segundo. Se repite todo el proceso. La energía pránica proyectada no es continua, y tampoco lo es la energía pránica absorbida. Sólo parece continua porque el chakra se mueve rápida y alternadamente en el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario y, de ese modo, da muestras de proyectar continuamente energía pránica o de absorber continuamente energía pránica.
La diferencia de intensidad de la energía pránica depende del ritmo con el que los chakras giran. Cuanto más rápido es el giro de un chakra, más intensa es la energía pránica que proyecta, y cuanto más lento es su giro, menos intensa es la energía pránica que proyecta. Cuando el chakra de una mano absorbe predominantemente energía pránica, efectúa un giro de trescientos sesenta grados en el sentido de las agujas del reloj, y viceversa cuando predominantemente la está proyectando. La intensidad de la energía pránica proyectada o absorbida no implica cambios en el modo con que el chakra gira, sino que depende del ritmo del giro del chakra. Cuando más rápidamente gira, más intenso es el prana proyectado o absorbido. Hay yoguis y practicantes del Chi Kung, de la India y de la China, que sanan poniendo su mano cerca de la parte afectada y moviéndola después en forma circular.
Si el yogui o quien sana mediante el Chi Kung quiere limpiar o descongestionar una parte afectada, aplica barrido localizado moviendo varias veces su mano en sentido contrario al de las agujas del reloj y, de ese modo, facilita la remoción de la energía enferma. Después sacude su mano para arrojar la energía enferma. Este proceso continúa hasta que el chakra afectado queda sustancialmente limpio. Si el yogui quiere energizar un chakra afectado, proyecta energía pránica y mueve simultáneamente su mano en el sentido de las agujas del reloj para hacer que el chakra afectado absorba más energía pránica, aumentando el movimiento del chakra en el sentido de las agujas del reloj. Este último movimiento tiene por objeto energizar, mientras que el movimiento contrario es para limpiar o descongestionar. La técnica es sencilla y fácil de aplicar. La apariencia del chakra depende de su velocidad de giro. En condiciones normales, los rápidos giros en el sentido de las agujas del reloj y al revés producen un efecto óptico que hace que el chakra parezca una flor de loto con muchos pétalos puntiagudos. Los pétalos puntiagudos son «producidos ópticamente» por los movimientos combinados de la energía pránica que se mueve en el sentido de las agujas del reloj y al revés. Por esta razón, en los antiguos libros tibetanos, chinos y sánscritos sobre yoga, a los chakras se los suele presentar como flores de loto de muchos pétalos. La forma real y la cantidad de pétalos de un chakra puede verse claramente cuando deliberadamente se reduce su movimiento. La forma de los pétalos de un chakra es redonda. Por este motivo los pétalos de los chakras, descritos por Leadbeater, son redondos, no puntiagudos.
Cuando el chakra se mueve muy rápidamente, adquiere protuberancia o mucho espesor. El chakra aparece como un deslumbrante punto luminoso cuando está girando con un ritmo vertiginoso. Cuando un aspirante espiritual está meditando, las energías espirituales y pránicas son atraídas hacia la zona de la cabeza. Por este motivo, a los yoguis o a los santos se los observa clarividentemente con una luz deslumbrante o cegadora sobre la zona de la cabeza
PRINCIPIO DE RETRASO
El principio del retraso significa que el ritmo de sanación del cuerpo energético es mucho más rápido que el ritmo de sanación del cuerpo físico visible. En consecuencia, en algunos casos, el paciente tal vez no experimente un alivio o una sanación inmediata porque el cuerpo físico visible se sana más lentamente que el cuerpo energético. Por ejemplo, aunque la zona cardiaca haya sido limpiada y energizada a fondo, y se muestre muy brillante, un paciente tal vez afirme que, después del tratamiento pránico, sólo sintió un alivio inmediato muy leve. Esta demora o retraso del alivio o de la sanación es común, especialmente en casos más graves. El grado de demora o retraso dependerá del grado de daño orgánico, de la edad, del estado físico y de la receptividad del paciente.
CUANTO SE TARDA EN CURAR A UN PACIENTE
El lapso necesario para curar completamente a un paciente depende de varios factores: de la frecuencia del tratamiento, de la edad, del estado físico del paciente, del grado de receptividad del paciente, de la presencia de factores sobrevinientes o causales que provocan la demora de la sanación o le impiden manifestarse, del grado de daño orgánico, de la naturaleza de la dolencia, de la habilidad del sanador pránico, del grado de colaboración del paciente y, en muchos casos, del uso de otras formas de sanación o tratamiento para complementar la sanación pránica.
El ritmo de alivio de las dolencias simples y severas puede oscilar entre unos pocos minutos y unos pocos días. En general, el tiempo que se tarda en curar por completo una dolencia simple usando sanación pránica sola oscila entre unos pocos minutos y unos pocos días. En las dolencias crónicas o más severas, la curación es incluso sensacional o «milagrosa». Sin embargo, no todas las dolencias ni todos los pacientes pueden ser curables. En los casos simples, el alivio suele significar una cura completa, mientras que en las dolencias severas, el alivio significa que el paciente está parcialmente sanado y aliviado. Esto no significa que el paciente esté completamente sanado, sino que se halla en el proceso de ser sanado.
LA RECURRENCIA INMEDIATA DE LOS SINTOMAS
Algunos factores pueden contribuir a la recidiva inmediata de los síntomas después del tratamiento pránico.
- No se aplicó barrido localizado y la energización efectuada fue insuficiente.
Puesto que no se limpió la parte que debía ser tratada, al prana nuevo le resultó difícil penetrar totalmente en la parte que se estaba tratando. Esto se parece a tratar de poner agua fresca en una esponja llena de agua sucia. Lo que se puede hacer es usar mucho prana y proyectarlo con mayor fuerza. Sin embargo, se corre el riesgo de una reacción radical, la cual hará que, por el momento, el paciente se sienta más molesto. Esto se facilitaría si primero quitáramos el agua sucia de la esponja antes de derramar en ella agua fresca.
- No se aplicó barrido general al paciente, quien tiene orificios en el aura externa; en consecuencia, el prana sigue filtrándose, provocando nuevamente agotamiento pránico en la parte tratada.
- El prana proyectado no fue estabilizado, haciendo que simplemente se escapara o filtrara del cuerpo.
- No se usó un recipiente de desechos y, por ello, la energía enferma está todavía conectada con el cuerpo energético del paciente. Si no se energiza suficientemente al paciente, esto puede hacer que la energía enferma se reabsorba. y si el paciente trata de recordar o sigue recordando su dolencia, entonces es muy probable que la energía enferma sea atraída otra vez hacia su cuerpo energético.
- El sanador está demasiado apegado o ansioso respecto del resultado. Por esta causa, el prana proyectado no se puso en circulación o circuló sólo parcialmente, y regresó al sanador.
- El paciente tiene una enfermedad grave, la cual consume muy rápidamente el prana,
o el prana proyectado no es suficiente. En consecuencia, el paciente debería ser tratado más frecuentemente.
PORQUÉ ALGUNOS PACIENTES NO SANAN
- Todos los factores precedentes, que pueden contribuir a la inmediata recidiva del dolor o de los síntomas después del tratamiento pránico. También pueden ser los factores que contribuyan a que los pacientes no se sanen.
- Es probable que el paciente no esté recibiendo el tratamiento pránico correcto, debido a una exploración inadecuada. Por ejemplo, la dificultad para mover el brazo podría ser causada por congestión pránica en los chakras cardíaco y del plexo solar, o por congestión pránica en el chakra meng mein.
Por ello, con sólo tratar el brazo, se lo aliviará por el momento, pero sin un resultado permanente.
- La energización y la frecuencia del tratamiento pránico no son suficientes.
Esto es como si administráramos una medicina en una dosis insuficiente y con intervalos insuficientes.
- Ciertas dolencias requieren otras formas de tratamiento. Ejemplos de esto son las causadas por desnutrición o dieta inadecuada.
- Simplemente, el paciente es demasiado anciano, o está demasiado débil o achacoso. Debido a ciertos factores que no tienen explicación, algunos pacientes ancianos no retienen gran parte del prana que se les proyecta. Sin embargo, esto no significa que los pacientes muy ancianos o achacosos deberían ser ignorados. Por el contrario, debería brindárseles un cuidado y un tratamiento adecuados.
- La enfermedad es de origen kármico y todavía no llegó el tiempo justo para la sanación completa. Tal vez el paciente no aprendió todavía la lección que se supone que tiene que aprender.
Fin de esta parte.