El libro de los ejercicios internos 08
Doctor STEPHEN T. CHANG
EL LIBRO DE LOS EJERCICIOS INTERNOS
Parte 8ª
LOS EJERCICIOS DE CONTEMPLACIÓN CON FIN PRACTICO
Una persona puede practicar la meditación de la Estrella Polar, la Contemplación de la Vela, de la Luna o del Sol con un fin práctico, como así también para curarse. Se puede necesitar un trabajo, dinero, inteligencia o amor. Por ejemplo, sí una persona quiere encontrar un trabajo nuevo, podría imaginar que la luz que entra en su cabeza “es” ese nuevo trabajo. Pondría todos sus deseos y esperanzas en la meditación. No es necesario saber con exactitud lo que será el nuevo trabajo. Si usted es capaz de realizar correctamente la meditación y de sentir que la luz dorada atraviesa todo su cuerpo entonces ya tendrá el nuevo trabajo, e incluso si todavía no lo tiene.
De la misma manera se puede obtener dinero, inteligencia, felicidad, amor o todo lo que se necesite. Es un ejercicio muy práctico y muy útil. Como para todos los Ejercicios Internos y las técnicas de respiración y de meditación, se debe realizar la experiencia para comprender y apreciar sus efectos simples pero profundos. Los antiguos Taoístas eran gente dotada de sentido práctico. Si una cosa andaba bien, la utilizaban, de lo contrario la rechazaban. ¡Y este método de los Ejercicios Internos existe desde hace más de 6.000 años!
El sol representa una fuerza positiva estimulante que podemos utilizar para purificar nuestro cuerpo y nuestra mente. El sol hace que nuestra piel produzca la vitamina D, nutriente necesario para nuestra salud. Desde hace muchos siglos se utiliza la asociación de aire puro y sol como tónico para muchas afecciones benignas. La Contemplación del Sol combina en un solo ejercicio los beneficios de la respiración apropiada y de las técnicas de visualización con la expansión de la salud aportada por el sol. Actúa lavando el cuerpo exterior e interiormente, liberándolo de la enfermedad y de los microbios devolviéndole una impresión de salud rebosante. Normalmente nos lavamos la boca y los dientes así como el resto del cuerpo cuando hacemos el aseo, pero verdaderamente nunca pensamos en limpiar a fondo el recto y el ano. Esta negligencia puede provocar la proliferación de los microbios en la naciente del ano y permitir la instalación de trastornos tales como las hemorroides, los pólipos o el cáncer de colon o de ano. El sol es una fuente de energía gratuita, siempre presente en la cual podemos bañarnos para liberarnos de todas las enfermedades y debilidades y restablecer nuestra energía a un nivel apropiado.
Gire de modo que la columna vertebral esté Frente al sol, luego inclínese hacia adelante para que la luz del sol pueda entrar en el ano. (Para obtener un mejor resultado debe practicarse el ejercicio desnudo). Haga el ejercicio de contracción del ano y, espirando. imagine que todos los microbios, las enfermedades y las debilidades del cuerpo salen por el ano. Después, al inspirar, imagine que la luz y toda la energía del sol entran y llenan el abdomen, la columna vertebral, la cabeza y el cuerpo entero. Sienta el calor del sol sobre su cuerpo e imagine que lo esteriliza, lo cura, lo limpia y lo renueva. Utilice su imaginación y su respiración como ejercicio de contemplación. Haga el ejercicio completo 7 veces en total, realizando cada movimiento muy lentamente ycon suavidad. También puede acostarse para practicar este ejercicio pero asegúrese que los órganos sexuales y el ano estén bañados por el sol.
No es necesario hacer este ejercicio afuera. Cuando vivía en San Francisco, la calle era tan angosta que veía la casa de enfrente. Todas las mañanas observaba a mi vecino chino en su cama. El sol matinal entraba por su ventana y él permanecía acostado aproximadamente una hora de espalda al sol. Observé este ritual durante cinco años antes de conocer la Contemplación del Sol ¡y de darme cuenta de lo que cada mañana hacía este hombre desde hace años!
LA CONTEMPLACIÓN DE LA ESTRELLA POLAR
La Estrella Polar es la guía celeste y durante siglos los viajeros la tomaron como punto de referencia para saber dónde se encontraban y asegurarse que no desviaban su ruta. Se la representó como el Rey, el Emperador o el lugar más elevado, y se la llamó especialmente “la Rosa Púrpura” a causa de su magnífica aura púrpura. Es completamente apropiado que los chinos la utilicen después de siglos en un ejercicio de contemplación para curar.
Para comenzar siéntese frente a la Estrella Polar, que gracias a la Osa Mayor se puede localizar. Utilice su imaginación y sienta que la luz de la Estrella Polar lo alcanza en el extremo de la cabeza en un lugar llamado “el encuentro de todos los puntos”. Ese punto se encuentra en la cabeza, a la misma distancia entre las orejas. Imagine que la energía de “la Rosa Púrpura” encuentra su energía en ese punto y que esa zona de su cabeza se transforma en un fuego dorado. Usted tendrá la impresión que los meridianos de su cuerpo se vuelven transparentes y dorados. Imagine que la luz dorada penetra en su cuerpo y desciende hasta los dedos de los pies.
A menudo es difícil practicar este ejercicio porque usted debe concentrarse en lo que hace para que resulte. Si su atención se pierde o si es interrumpido, vuelva a empezar. No obstante nunca se obligue a meditar. Si no puede realizarla con éxito, no la haga y empiece otro día. Con el tiempo lo logrará. Cuando pueda realizar la meditación y sentir que la luz dorada penetra en usted, descubrirá posiblemente que algunos lugares de su cuerpo están oscuros cuando todo el resto está bañado por una luz dorada. La zona oscura de su cuerpo indica que en su cuerpo hay una enfermedad. Deje que la luz de la Estrella Polar bañe esa zona oscura hasta que se vuelva transparente. Entonces estará cargado de energía y sus enfermedades estarán curadas.
No tiene importancia que sólo utilice su imaginación para practicar este ejercicio -es positivo. “Como piense, así será”. Usted verá que eso ayuda a que el cuerpo descanse, se cure y se fortifique. Cada vez que tenga una enfermedad haga el ejercicio para que desaparezca lavándola literalmente con la luz dorada. El mejor momento para hacer esta meditación, es la noche cuando se puede ver claramente la Estrella Polar. Pero también puede hacerla durante el día imaginando simplemente que la estrella está allí encima suyo. No obstante, al practicar este ejercicio, colóquese siempre mirando al Norte. Eso facilitará a su cuerpo recibir la energía electromagnética que viene de la estrella. También se dará cuenta que la mejor posición para su cama es la ubicada hacia el Norte. De esta manera usted estará en el mismo sentido de las líneas naturales de energía que rodean al planeta Tierra.
LA CONTEMPLACIÓN DE LA VELA, DEL SOL Y DE LA LUNA
Si usted es incapaz de localizar la Estrella Polar, podrá practicar el ejercicio con una vela. Encienda una vela en una pieza oscura y siéntese delante. Cierre los ojos e imagine que saca la luz dorada de la llama para hacerla entrar en su cabeza. Puede hacer lo mismo con el Sol o con la Luna como fuente de luz dorada que quiere que su cuerpo absorba. Imagine siempre que saca la luz para hacerla entrar en su cabeza y que la propaga por todo el cuerpo.
LA RESPIRACIÓN DE PURIFICACIÓN DEL CEREBRO
Los ejercicios de Purificación del Cerebro utilizan las técnicas de respiración de la Tortuga, del Ciervo y de la Grulla para formar la base sobre la cual reposa la Respiración Inmortal. Sin cimientos sólidos es imposible construir una casa segura que esté protegida de los vientos de la enfermedad y de las actitudes mentales negativas. También, antes de empezar toda técnica de respiración, es necesario dominar bien la asociación de los ejercicios del Ciervo, de la Grulla y de la Tortuga.
Es importante aprender a relajar no solamente el cuerpo sino también la mente. Nuestra mente abriga un considerable número de problemas inútiles que provocan una tensión exagerada y pueden conducir a enfermedades agudas o crónicas. Para curarse, la Respiración de Purificación del Cerebro es una técnica de base que actúa haciendo desaparecer el estrés de nuestra mente. Los pensamientos negativos son grandes obstáculos que impiden la curación en nuestro sistema. El Taoísmo sostiene que una idea o un pensamiento “es” la realidad. Así un pensamiento negativo alimenta una condición negativa en el interior del cuerpo físico. Practicando los ejercicios de Purificación del Cerebro inventamos una herramienta para vaciar la mente de todos los pensamientos inútiles y conducirla a un estado de equilibrio. Si la mente está completamente equilibrada, también lo estará el cuerpo. Si se siente enfermo es por falta de equilibrio, incluso si se siente bien, está bien por una falta de equilibrio. En el Taoísmo se espera que el individuo no sienta nada al extremo, simplemente “actuar naturalmente permaneciendo en un nivel medio”. Debemos ser concientes de nuestro estado natural, y hacer el vacío a tal punto, que no exista más ni positivo ni negativo, ni odio ni amor, justo la abertura del corazón. De ese modo somos algo grande o absolutamente nada, en paz con nosotros mismos.
Libérese de todo.
Que la mente descanse en paz.
Que las diez mil cosas se eleven y vuelvan a caer mientras que el Yo observa su regreso.
Ellas crecen y prosperan y luego regresan a la fuente.
El regreso a la fuente es la quietud, que es la naturaleza de las cosas.
La naturaleza de las cosas es inmutable.
La inmutabilidad es la iluminación.
Desconocerlo conduce al desastre.
Conocer lo inmutable, es abrazar todas las cosas.
Abrazar todas las cosas, es ser justo.
Ser justo, es obrar como un rey.
Obrar como un rey, es alcanzar lo universal.
Alcanzar lo universal, es ser uno con el Tao.
Ser uno con el Tao es ser eterno.
Y aunque el cuerpo muera, el Tao no morirá jamás.
Tao-Teh-Ching XVI
LA PURIFICACIÓN DEL CEREBRO (I)
El ejercicio de respiración de la Purificación del Cerebro I comienza en la posición de sentado de la Tortuga. La espalda bien derecha y las manos reposan ligeramente sobre las rodillas. Apriete bien los pulgares en las manos cerradas. De ese modo retendrá la energía en sus manos para que vuelva a los brazos. Durante todo el ejercicio mantenga los ojos cerrados.
Ahora espire todo el aire de sus pulmones (sin forzar) conservando la posición de la Tortuga, la cabeza para atrás como en la segunda posición de la Tortuga y comience a inspirar lentamente. Con su mirada interior imagine que el soplo que penetra en las cavidades internas de su cuerpo transporta con él un vapor hirviente, fuego o un humo blanco, y que lentamente comienza a elevarse desde el abdomen hasta la cabeza. Imagine que la cabeza se llena completamente de esta visión de manera que se vuelve enteramente blanca. Procure no pensar en nada, no ver o no imaginar nada más que el humo blanco, el vapor o el fuego que llenó su cabeza.
Cuando termine de inspirar (sin esforzarse), enderece la cabeza y empiece a espirar en la primera posición de la Tortuga. Libere su cuerpo del humo blanco, del vapor o del fuego hasta vaciar su cabeza. Imagine que el aliento abandona el cuerpo, que lleva con él todos sus problemas, sus tensiones, sus pensamientos superfluo, sus defectos tales como la deshonestidad, la cólera, la depresión y los males de su mente y de su cuerpo. Imagine también que el humo que abandona su cabeza es reemplazado por un magnífico cielo azul, claro y límpido que no deja ningún lugar a los problemas o a los pensamientos confusos. Luego repita la respiración completa tantas veces como pueda sin que le cause molestia. No obstante intente mantener un mínimo de 7 inspiraciones y 7 espiraciones en cada sesión.
Al principio, tal vez encuentre dificultoso coordinar la respiración con las visiones. Pero con voluntad y motivación en el entrenamiento, llegará a “ver” claramente que el humo blanco entra en su cabeza y vuelve a salir. Incluso, al comienzo, quizá no pueda imaginarse el cielo azul, pero con paciencia y entrenamiento, podrá hacer en su mirada interior un bello color azul intenso. Entonces habrá logrado una cura muy grande en su interior. El color azul favorecerá la purificación de la mente. Si su mente está clara, el ochenta por ciento de sus problemas serán eliminados.
Es preciso recordar que se debe contraer los músculos del ano durante el ejercicio de Purificación del Cerebro porque eso mantendrá la energía en las partes superiores del cuerpo y permitirá que la energía y la visión del humo se eleven a lo largo de la columna vertebral para llegar al cerebro.
Los pensamientos negativos constituyen grandes obstáculos que impiden que nuestro cuerpo se cure. El ejercicio de Purificación del Cerebro favorece el entrenamiento de la mente para que se libere y ayuda a colocarla en un plano de inmortalidad. Practicar este ejercicio de respiración será como atrapar un tren que pasa. El tren es uno mismo, y este ejercicio permitirá a quien lo practique comprender mejor su verdadera naturaleza. Ayudará al individuo a armonizar con las leyes naturales del universo y a preparar la mente para la etapa siguiente de la Respiración Inmortal. Permitirá alejar de la mente los conceptos limitados de las ideas falsas y de la muerte, y nos conducirá junto al Tao donde no hay “tendencias” o ideas repetidas, deseos, enfermedades, solamente hay paz total.
LA PURIFICACIÓN DEL CEREBRO (II)
El ejercicio de respiración de Purificación del Cerebro (II) se practica parado (también puede practicarse acostado o de espaldas), los pies ligeramente separados pero paralelos entre ello. Los brazos a los costados del cuerpo, las manos flojas, los dedos estirados y la cabeza derecha como en la primera posición del ejercicio de la Tortuga.
Para comenzar, espire para vaciar completamente los pulmones. Luego lleve la cabeza para atrás y empiece a inspirar lentamente. Al inspirar eleve los brazos tirantes a cada lado del cuerpo para llevar las manos sobre la cabeza, las palmas una sobre otra. (No exagere ninguno de estos movimientos. Si no logra tocar sus manos con facilidad, simplemente levántelas lo más alto posible y quédese allí). Al levantar los brazos sobre la cabeza, imagine que la energía activa (Yang) del universo entra en sus pulmones, su cuerpo y su mente. En su mirada interior puede inventar la visión de un humo blanco, de un fuego o de un vapor que llena el cuerpo y la mente como en el ejercicio de la respiración de la Purificación del Cerebro I. Después de una buena inspiración, manteniendo los brazos sobre la cabeza, retenga el aliento, contraiga los músculos del ano y quédese en esta postura tanto tiempo como pueda sin cansarse. Imagine que el humo blanco sube e invade cada recoveco de su mente de modo que no puede ni ver ni pensar en nada más que en una nube blanca en su interior. Sienta la energía que circula en su cuerpo y en su mente, sabiendo que empieza a liberarlo de todos sus pensamientos negativos.
Luego, expirando lentamente, baje la cabeza hacia adelante, separa las manos y acerque los brazos rígidos al cuerpo. Mientras sus manos dibujan un arco hacia abajo, trate de imaginar la energía pasiva (Yin) de la tierra, entrando en sus brazos por los dedos. Este ejercicio es un símbolo que significa que se abraza el universo entero, de modo que se realiza un sentimiento de unidad por la reunión de la energía pasiva de la tierra a la energía activa del cielo. Continuando con la expiración, imagine que el humo blanco sale del cuerpo y es reemplazado por un bello cielo azul en su cabeza; una vez que termine la expiración repita el conjunto del ejercicio, respiración y movimiento de brazos, como mínimo 7 veces o hasta que decida parar.
El hecho de practicar este ejercicio afuera, al sol, para que el aire puro entre en el cuerpo, distrae. Al realizar los movimientos de los brazos, imagine que usted se estira para tocar las nubes y el cielo y que el bello color azul llena su mente. Además de ayudar a equilibrar la energía, este ejercicio aporta una buena extensión de la espalda, de los hombros, de los brazos y alivia la tensión y el cansancio del cuerpo manteniendo la mente activa. Es bueno practicar el ejercicio de Purificación del Cerebro II en cualquier momento) del día cuando se sienta cansado, por ejemplo por la mañana cuando se levanta, en la oficina o por la noche después del trabajo.
- 1. LA RESPIRACIÓN INMORTAL – EL PEQUEÑO CIRCULO CELESTE
Las siete glándulas del cuerpo humano (corresponden a los centros sutiles de la energía o ”chakras”) están encargadas de controlar todas las funciones del cuerpo. Comprenden las glándulas sexuales, las suprarrenales, el páncreas, el timo, la tiroides, la hipófisis y la glándula pineal. Estas siete glándulas se equilibran mutuamente y están relacionadas unas con otras. Ellas estimulan, recargan la energía del cuerpo y ayudan a circular; se puede compararlas con generadores o transformadores eléctricos o depósitos de reserva de energía en el cuerpo humano. Cuando las siete casas están llenas de vida (energía) y funcionan perfectamente, el cuerpo en entero estará entonces en un estado perfecto o espiritual.
Antes de comenzar la Respiración Inmortal, es preciso haber adquirido una habilidad suficiente en la práctica de los Ejercicios Internos para que el cuerpo esté en un estado de salud equilibrado sin ninguna enfermedad grave o crónica. Es imposible practicar las últimas fases de los ejercicios de respiración si hay bloqueos en los canales meridianos. La Meditación Meridiana y los otros Ejercicios Internos son una condición previa para liberar los meridianos y preparar el cuerpo para recibir la Respiración inmortal.
El cuerpo humano es un sistema eléctrico. Puede transportar una carga de electricidad cuya fuerza varía según la resistencia de los nervios y de las glándulas en esa misma o corriente. La carga de electricidad que el cuerpo puede controlar será mayor que la fortaleza física del cuerpo. La Respiración Inmortal introduce en el cuerpo un nivel de energía muy elevado, y si el cuerpo no es bastante fuerte para controlarla, los nervios y las glándulas corren el riesgo de “quemarse” por sobrecarga de energía. Se dice que mucha gente que padece un estado mental malo, es así únicamente porque es incapaz de controlar su nivel de energía en el interior del cuerno. Lamentablemente, si uno se somete durante mucho tiempo a un nivel excesivo de energía, corre el riesgo de producir daños irreversibles en el cuerpo. No cometa pues el error de tomar a la ligera la Respiración Inmortal. No obstante, si siguió concientemente las diferentes etapas de los Ejercicios Internos, si practicó los ejercicios de la Grulla, de la Tortuga y del Ciervo para llegar a su perfecta realización, si dominó la Meditación Meridiana de modo que puede sentir netamente que la energía circula en todo su cuerpo y que no tiene bloqueos en sus canales meridianos, y por último, si sus deseos y sus motivaciones son claras y puras entonces usted está en condiciones de empezar la Respiración Inmortal.
Es la última fase del sistema taoísta de los Ejercicios Internos. El dominio de la Respiración Inmortal exige de un año a una vida entera de práctica constante. Gracias a la práctica de este ejercicio, la energía del cuerpo aumenta hasta que cada una de las siete casas funciona al máximo de sus posibilidades. En ese punto, la conciencia espiritual está plenamente despierta y el individuo (él o ella) se eleva hasta el nivel del Hsien, o individuo sabio e inmortal, el que conoce los secretos del universo porque continuamente está en ese nivel, donde se despierta el verdadero Yo y se comprende el Tao. El o ella realizó la unión total en él mismo, o en ella misma, y de ese modo conoció su verdadero lugar en el orden universal de la vida. ¿No es acaso el verdadero deseo que duerme en el corazón de todos los hombres?
Mis palabras son fáciles de comprender y fáciles de realizar.
Sin embargo ningún hombre bajo el cielo las conoce y las practica.
Mis palabras tienen principios antiguos.
Mis acciones son disciplinadas.
Porque los hombres no comprenden, nada conocen de mí.
Los que me conocen no son muy numerosos.
Mis detractores son venerados.
Pero el sabio lleva ropas burdas y guarda la joya en su corazón.
Tao-Thé-Ching LXX
Colóquese en posición de sentado, la columna vertebral y la cabeza derechas. Apriete los pulgares en el interior de los dedos y coloque ligeramente las manos sobre las piernas. Inspire lentamente (sin forzar la respiración en ningún momento).
Al inspirar haga entrar el aire por la nariz y hágalo descender por el meridiano Jen-Mo hasta la cavidad abdominal (el horno) donde será animado (transformado) y estimulado. Una vez que inspiró profundamente contraiga el esfínter anal y entre el mentón en el pecho para bloquearlo. Estos dos movimientos impiden que la energía se escape de la cavidad abdominal y ayudan a estimular más la energía mientras activa las glándulas sexuales. Asimismo, los vasos sanguíneos tienden a cerrarse cuando se retiene el aire, aumentando de ese modo la tensión arterial. El bloqueo del mentón ayuda a invertir este proceso y a recobrar el equilibrio del cuerpo.
Reteniendo el aire y manteniendo bloqueado el ano y entrado el mentón imagine a la energía en la caldera (abdomen) y sienta que sube poco a poco a lo largo de la columna vertebral o meridiano Tu-Mo. A medida que circula hacia arriba, atraviesa sucesivamente las siete casas (glándulas), entrando primero en las glándulas sexuales donde describe un movimiento circular en espiral, luego sube y atraviesa las otras seis casas, efectuando cada vez un movimiento de rueda (ver Figura 24). En cada casa las rotaciones estimulan y transforman la energía a un nivel más elevado antes de pasar a la casa siguiente. De esa manera cada una de las glándulas sirve de transformador y de generador para la energía del cuerpo.
Una vez que la energía llegue a la glándula pineal, déjela circular en esta glándula durante un momento, luego afloje el ano y el mentón y espire lentamente. Repita el Pequeño Círculo Celeste.
Al principio sólo retendrá la respiración durante siete segundos, un segundo para cada glándula. A medida que progrese en la respiración logrará retenerla mucho tiempo más. Cuando retenga su aliento durante períodos más largos, haga dos lazos o más alrededor de las casas para cada período durante el cual usted retiene su respiración.
Lo que daría el orden siguiente: Inspire el aire hasta el abdomen por el meridiano Jen-Mo; retenga la respiración y bloquee el ano y el mentón; haga subir la energía por el meridiano Tu-Mo, pasando por las glándulas sexuales, las suprarrenales, el páncreas, el timo, la tiroides, la hipófisis y la glándula pineal, luego hágala descender por el Jen-Mo, y así sucesivamente hasta que sienta necesidad de expulsar el aire. Con entrenamiento se puede retener el aire de algunos minutos a varias horas sin necesidad de respirar. Cuando las siete casas fueron suficientemente estimuladas, la necesidad de respirar desaparece y se funciona en un estado de inmortalidad sin aliento.
Este tipo de respiración es llamado a menudo “la rueda automática de la ley”. Cuando se empieza a practicar este tipo de respiración se debe emplear la fuerza de voluntad para iniciar el ciclo. Sin embargo, llega un momento en que la respiración es automática y se proseguirá involuntariamente. Así, una vez que se comience el proceso, de alguna manera se puede decir que se estimula solo, y que es irreversible y escapa a su control.
De esta manera, el nivel final de iluminación no viene de algo que usted hace sino justamente viene a usted.
El Gran Círculo Celeste, como el Pequeño Círculo Celeste, utiliza la respiración y las siete casas de base (las glándulas) del cuerpo. La diferencia entre las dos técnicas, reside en que el Gran Círculo Celeste permite que la energía circule en los meridianos de las piernas y de los brazos además de la cavidad central del cuerpo.
Empiece en posición de sentado, la columna vertebral y la cabeza bien derechas. Inspire y deje que el aire recorra el meridiano Jen-Mo en la parte delantera hasta la caldera abdominal (abdomen) donde será animado y estimulado. Una vez que inspire profundamente, efectúe el bloqueo del mentón y del ano, retenga la respiración, y deje que la energía circule atravesando las siete casas (como se indica en el Pequeño Círculo Celeste). Cuando la energía llegue a la glándula pineal déjela descender a lo largo del meridiano Jen-Mo basta las piernas por los meridianos del estómago, de la vejiga y de la vesícula biliar que se encuentra en el lado externo de las piernas. Una vez que la energía alcance los dedos de los pies, hágala subir por los meridianos del bazo, de los riñones y del hígado, que se encuentran en el lado interno de las piernas. Haga que la energía suba a lo largo del meridiano Tu-Mo en la columna vertebral, luego déjela que descienda a lo largo de los brazos por los meridianos de los pulmones, del corazón y del constrictor del corazón localizados en la cara interna de cada brazo. Cuando la energía alcance la punta de los dedos, déjela subir por los meridianos del intestino grueso, del intestino delgado y del “triple” y llévela al meridiano Jen-Mo hasta la caldera abdominal. Eso constituye un Gran Círculo Celeste. Ahora puede espirar o seguir practicando el ciclo de la respiración hasta que necesite espirar.
Empiece el ejercicio manteniendo la respiración durante siete segundos haciendo circular la energía en su cuerpo. Una vez que haya adquirido más capacidad, aumente hasta cinco minutos o más el máximo de rotaciones posibles del gran circulo, terminando siempre con la respiración en la caldera abdominal. Con el tiempo, quizás alcance el punto en donde no se siente más la necesidad de inspirar o de expirar. En este nivel las células del cuerpo fueron transmutadas por un proceso de alquimia, lo que les permite existir por la sola energía que circula en todo el universo antes que por la necesidad de oxígeno que experimentan ahora. Es en este punto que las leyes “normales” del tiempo y del espacio no relacionan mas al individuo con su cuerpo o con la tierra, de donde emana todo saber, toda comprensión y toda paz. De este modo, la ley del Tao está cumplida.